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Y el médano se corrió… julio 29, 2008

Posted by Lodovico Settembrini in El Reino de este Mundo.
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Parece que la Ronda Doha, finalmente, se cayó. Al menos acá ya lo afirman.

En otros lados, el tropos poético es el de la sastrería: pende de un hilo.

Afortunadamente, Paraguay y Uruguay zafaron de quedar como los dinamiteros de la negociación. Por el bien del espectáculo, que mejor que tres grandes del catch-as-can.

Sin más datos, es arriesgado decir algo sobre Buenos Aires-Brasilia. Brasil habría mostrado alguna flexibilidad, después de que, aquí y allá, se percibiera la política de «me-corto-solo-y-después-veo» como una traición: «…es una puñalada por la espalda a la Argentina, sin que haya habido cualquier contrapartida significativa de los países ricos…» Un tanto exagerado…

Don Pirulero junio 30, 2008

Posted by Lodovico Settembrini in El Reino de este Mundo.
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Lo se discute por estas horas en Tucumán va más allá del simple funcionamiento del Mercosur. En estos días se definen algunas posiciones que lateralmente impactan al acuerdo integracionista. El núcleo crítico es la posición que la región adopta frente a la formación de las reglas del orden económico internacional. In nuce, las diferencias entre la Argentina y el Brasil frente al cierre de la Ronda Doha de la OMC.

Cuando el fin de la Ronda parece cercano, todos los cañones apuntan a la Argentina: una vez más, el alumno díscolo torpedea la mission civilisatrice. La negativa argentina a aceptar lo logrado hasta el momento hace caer la negociación, basada en la regla del consenso. Y esta situación ha convertido al país en blanco de la ira de la prensa – no sólo – brasileña.

Mientras la negociación se desarrollaba, ambos socios compartían enfoques, tanto en agricultura como en industria. La Argentina y Brasil son miembros fundamentales de alianzas negociadoras que reúnen países medianos – y no tanto – como el G-20 y el NAMA-11. Algunas diferencias mantenían, pero podían ser silenciadas en pos de los objetivos comunes. No obstante, al acercarse el momento crucial, Brasil quiso hablar con la voz de la región y quedó mal parado. Nuestros vecinos aceptaban una reducción mayor de los aranceles para productos industriales que lo que la Argentina podía aceptar. Pero si la urgencia de Lamy es de manual, la de Stephenson no. La Argentina no puede resignar el objetivo del desarrollo en aras de un supuesto consenso aséptico (suena conocida tal urgencia por el consenso, no?), como si se tratara de una win-win situation. Entonces, porque es seguro que los palos van a llover, es bueno tomar en cuenta la lógica de los negociadores argentinos.

Lo anterior será eje de debate más adelante. Lo que importa señalar aquí es el papel de la alianza con Brasil y el sueño integracionista. Como creemos en tal objetivo, no nos resignamos a dejarlo en mera retórica. Exige discutir su realidad. Y lo que reveló esta contradicción es la naturaleza más proclamada que real del liderazgo brasileño. Si el proyecto brasileño se construye a partir de peldaños, creyó poder acceder a un nuevo estadio sin haber asegurado el peldaño anterior. El liderazgo regional no se construye sin un Mercosur estable, y esto no se logra sin una alianza estrecha y provechosa con Argentina. En cuanto las luces del centro lo encandilaron, Brasil compró el discurso de gran potencia y se mandó. La virulencia de las críticas a la Argentina en Brasil en los últimos días expresan no sólo la exasperación con el aliado, sino también la – renovada ? – conciencia sobre los propios límites. Aunque algunas se regodean en la ortodoxia lulista y parecen neoliberales fin-du-siècle redivivos, otras dan un poco de pena. Amén de necesitar un adjunto de Sistemas Políticos Comparados, nos enteramos que García Hamilton es diputado!?

En definitiva, yo creo como don Fuad, que nació Nazareno

Educación Sentimental junio 16, 2008

Posted by Lodovico Settembrini in El Reino de este Mundo.
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Durante mucho tiempo, y ante la discusión de por qué Brasil nos había superado en capacidades relativas-discusión omnipresente en nuestra profesión- yo optaba por pararme con aquellos que sostenían que la clave estaba en la feliz combinación de condiciones estructurales y política del vecino. Brasil había logrado desplazar el core de su estructura productiva de un sector a otro. Las condiciones de origen facilitaron este desplazamiento, pero la práctica política merece ser subrayada.

Hasta no hace mucho, los argumentos que señalaban que nuestro futuro no podía desdeñar el peso agrario, y que aquellos que soñábamos con chimeneas y overalls más que con chiripás y palenques debíamos adaptarnos, comenzaban a hacer mella. «Bueno, quizás producir chupetines y aceite sea lo más cercano a una industria, y los barcos y camiones quedarán para más adelante»

En estos años pude atisbar algunas promesas del futuro, reales, que volvían al ser: centrales nucleares vendidas a países desarrollados, proyectos aeroespaciales, pymes de software que no dan abasto con sus necesidades de mano de obra, etc.

Pero hoy-o ahora, en este instante- cuando la desazón me sienta ante la compu, como un fanático vuelvo al origen: no tengo voluntad para la sutileza. El sector agrario no es el core, pero su influencia cultural, esa hegemonía construida hace más de cien años continúa primando. Entonces, hasta que no podamos construir otra, hasta que esa contradicción no sea resuelta, nos condenamos a volver una y otra vez sobre ella, a soportar su veto.

Este personaje literario italiano nació y se crió en uno de esos tantos pueblos de la pampa que hace días aparecen en la tele. Conoce a sus personajes, es amigo de ellos. Sabe de su clasismo-aún hoy se habla de «sirvienta» por la vecina que limpia sus casas-, de su oscuro rechazo por todo lo que proviene de ese territorio desconocido que es el Gran Buenos Aires. En estos días vio como vecinos montados en las famosas 4×4; que exhiben fotos con genocidas; que realmente creen que los peones viven felices porque les permiten comer asado cuando quieren; que festejan las aventuras nocturnas de sus cachorros con las morochitas, pero «que no se te ocurra traerla  a casa»; que le han permitido a uno entrar a sus hogares porque Settembrini-ellos no entienden cómo zafó- tiene una profesión snob, pero no es uno de ellos, vió. Decía, tipos así intentaron prender fuego la casa del intendente municipal, con él adentro, porque el tipo, médico-el más popular de los intendentes en la historia del pueblo y alrededores-no está con el campo.

Y le preguntan a Settembrini-porque para algo este labura en Buenos Aires- y lo dejan de escuchar cuando no dice lo que esperan. Les hace ruido. Pero no les importa, siempre fue el menos confiable de los amigos de sus hijos.

Empecé a escribir con bronca. Este post ya no tiene sentido, pero tampoco quiero tirarlo.

Para darle un cierre, Brasil dejará de ser mejor para el imaginario el día que ese mito fundacional pastoril sea cosa del pasado.

¡Nos caemos del mundo! junio 8, 2008

Posted by Lodovico Settembrini in El Reino de este Mundo.
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Al grito de ¡Nos caemos del mundo!, el sentido común nacional nos advierte periódicamente del peligro que se cierne sobre la Argentina. Cualquier motivo es suficiente para poner al país al borde de un abismo aterrador. Que tal política espanta a los inversores, que esta otra declaración nos enemista con el primer mundo, y así hasta el infinito. En general dichas predicciones provienen de la pluma del conservadorismo argentino, pero no es raro encontrar también en esta cruzada al progresismo bienpensante.

La construcción de la imagen del país se hace a partir de otra construcción, instrumental ella, del mundo y de otras naciones. El par opuesto se utiliza como cifra de la anomalía argentina, como criterio de distinción y comparación que hace patente nuestras debilidades y errores. Ahora bien, la carnadura real de este marco de comparación es continuamente sustituido. En el bazar de los países modelo, las ofertas se suceden una tras otra, y el patrón de consumo de estas mercaderías es azaroso. En los años noventa no se podía hablar de Brasil por su estatismo, proteccionismo y nacionalismo. Hoy en día, los mismos que nos advertían sobre el vecino nos aleccionan sobre sus virtudes (que no son las anteriores) de ortodoxia económica. Chile es otro caso: que la estabilidad política, que los consensos, que su crecimiento económico, su respeto al status quo internacional, etc.

Una práctica cultural histórica es la que rodea los contactos de las misiones diplomáticas extranjeras acreditadas ante la Argentina con representantes de diversos sectores de la vida nacional. Por lo común, estas relaciones tienen como protagonistas del lado argentino a lo más granado de la derecha. Y estos contactos ofrecen la oportunidad de buscar aliados para la agenda interna. En la visita de un influyente político de una gran potencia, en lugar de inquirir sobre la política de su país para la Argentina y la región, se le enumeraron uno por uno los errores del gobierno nacional y su malvada política agropecuaria. Al tipo  le saltaron los lentes de vergüenza ajena. Frente a un general extranjero se desgranan todas las debilidades del aparato militar nacional, su falta de equipamiento, mientras al visitante no le dan las manos para anotar lo que le cuentan.

Pero no era de este (no encuentro mejor palabra, disculpen uds. su uso) cipayismo – cipayismo for free, porque ni siquiera es pago en la mayor parte de los casos; mera colonización intelectual – de lo que quería escribir. Ni del sólo recurso de la diplomacia extranjera a estos sectores, lo que lateralmente demuestra el «profesionalismo» de muchas de estas embajadas.

No, lo que quería decir viene a cuento de la supuesta intrascendencia del país en los marcos internacionales. Lo que nos lleva al tema de las capacidades y la posición relativa argentina. Podemos volcarnos al pensamiento mágico y creer que el desarrollo es pura consecuencia de la voluntad: siguiendo los manuales de autoayuda para el desarrollo, tomar el ejemplo de las experiencias que nos presentan Bucays, Oshos y Coelhos de distintas cepas, y cerrar los ojos y pensar bien fuerte «entramos al mundo desarrollado, somos occidentales y cristianos, serios ciudadanos de un mundo sin historia». El problema con tal voluntarismo aparece porque uno puede estar en el primer mundo, digamos, en 1999, y dos años después haberse convertido en algo parecido a Côte d’Ivoire o Liberia. «Amigo Settembrini – me dice Hans Castorp – voy a empezar a dudar de su lógica, ud. está pasando demasiado tiempo junto a Naphta. ¿O las condiciones materiales de su país han cambiado? ¿Sufrieron uds. un ataque nuclear que los retrotrajo a la era de piedra?» No, pero se pareció bastante.

Todo lo anterior viene a cuento a partir de una nota que publicaron los tanos hace unos días. En ella se lee: «…quanto tempo impiegheranno i nuovi protagonisti dell’ economia mondiale a raggiungere i Paesi sviluppati dell’ Ocse? Poi la Federazione Russa e l’ Argentina in 17 anni. Quindi la Polonia in 22 anni, la Cina in 23, la Romania in 24, l’ Ungheria in 26, la Turchia 28, l’ India 50 e il Messico 55, la Nigeria 74. L’ Egitto, invece, ci impiegherebbe 118 anni, il Brasile 119, il Pakistan e le Filippine 159, il Bangladesh 163 anni, l’ Indonesia 181…»
Entonces lo consulté a Dani, que trae una buena discusión sobre el informe, y un link al Growth Report.

Sólo me interesan puntualizar dos cosillas, y lo hago robando los gráficos del informe:

Más coyuntura interna, para los talibanes de la utopía a-histórica agroexportadora: chequeen el cuadro de abajo: la era de oro del país agrario parece haber estado bastante rezagado respecto al período de la ISI y el actual.

Y este otro: el crecimiento es urbano, mal que le pese al frente común agrícolo – maoísta (by de way, estos últimos deberían releer la experiencia china en el decenio 1927 – 1937…)

Entonces digo: ¿por qué razón debería caerse del mundo un país con esas capacidades? ¿O es serio comparar la experiencia argentina con la de un país sin industria, donde una parte importante del presupuesto va directamente a los militares, sin capacidad civil para fiscalizarlo? De nuevo, la construcción de la personalidad es un proceso co-constitutivo, y a veces, para algunos, es preferible esconder la ropa sucia del modelo propuesto. Pronto lo vamos a tener a «organizo asados para genocidas en Victorica» Morales Solá diciendonos que ésto no es una aberración del sistema político chileno sino la indebida influencia del kirchnerismo sobre países vecinos. Y aunque la noticia salió en un medio venezolano, ¡qué mala suerte!, es de un feroz antichavista.

Otro día hablamos de la IV Flota y el Consejo de Defensa Sudamericano y – aunque el mediopelismo no pueda entender esto -, yo no me haría ilusiones con Chacho Obama… sabemos cómo terminó la Alianza para el Progreso.

Bolivia May 1, 2008

Posted by Lodovico Settembrini in El Reino de este Mundo.
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La historia moderna de Bolivia aparece punteada por los ciclos de auge y decadencia de un sector económico particular. Y el cambio del eje productivo se ha expresado geográficamente. En 1899, el fin de la era de la plata y el surgimiento de la rosca del estaño de los Patiño, Horschild y Aramayo, significó, previa solución del conflico manu militari, el traslado de la sede del poder político de Sucre a La Paz. En la historia del régimen surgido de la Revolución de 1952 esta traslación deja de expresarse geográficamente: aquí el poder se escapa del movimiento obrero organizado y el MNR original hacia la alianza del ejército reconstituido con los campesinos beneficiados por la reforma agraria.

El referéndum del próximo domingo en Santa Cruz de la Sierra apunta en esta dirección, pero añade una dificultad inexistente en crisis anteriores. Si bien el Estatuto puesto en consideración ha sufrido cambios que liman sus aristas más radicales, su núcleo elimina casi por completo las atribuciones del gobierno nacional. Los puntos de conflicto de las normas respecto a su jerarquía jurídica abundan, sin remitir a una instancia superior de resolución.

La virtual expulsión del poder central de los asuntos departamentales puede tener su origen en el temor de las oligarquías locales al escenario abierto con la llegada de Evo a la presidencia. Pero lo cierto es que en la actualidad el discurso autonomista logró convertirse en el aglutinante de una cadena equivalencial de demandas (también por acá anduvo don Laclau) que escapan a su pecado de origen.

La relativa holgura de recursos de todo tipo en manos de los cruceños sobresale frente a las dificultades del gobierno nacional. Parado en el vértice de fuerzas débilmente articuladas (nada más expresivo que la corporización de esto en las figuras de García Lineras y Choquehuanca), Evo no puede evitar el espasmo como signo distintivo de su política. Se acaba de anunciar la nacionalización de cuatro empresas petroleras (una de ellas de Repsol), algunas con sede en Santa Cruz. Otro probable frente de ruptura entre el gobierno nacional y el departamental (art. 7, 12 del Estatuto autonómico)

Bolivia aparece como la principal fuente de inestabilidad en la región, en medio de un ciclo de crecimiento inédito. Obliga, entonces, a pensar el papel de la Argentina y del Brasil. Por un lado, el dilema de Brasilia gira en torno a la oportunidad de poner realmente en práctica lo que hasta el momento no es más que el mero discurso sobre su liderazgo. Para esto debe decidir pagar los costos, discusión no saldada todavía si escuchamos a Celso (o Brasil precisa ser generoso e não imperialista na relação com seus vizinhos) rechazando, una vez más, el motete de imperialista de la política exterior brasileña. La Argentina, por su parte, y más allá de la existencia de grupos bolivianos que postulan la incorporación de sus departamentos a nuestro país (el más connotado es el «Veinticinco de Mayo»), necesita reflexionar sobre el modo en que, palabra maldita, su intervención conjugue el apoyo a la unidad de Bolivia y su gobierno legítimo, la reducción de las tensiones y la protección de intereses concretos y legítimos (provisión de energía, estabilidad regional, democracia)

Dig, Lazarus, Dig abril 15, 2008

Posted by Lodovico Settembrini in El Reino de este Mundo.
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En un primer momento, la admiración se mezcló con algo de envidia.

Después, orgullo frente a una nueva prueba del profesionalismo de los medios nacionales.

A las 19:20 hs. se dijo esto.

Un rato antes, la fuente había dicho esto otro.

Dig Lazarus, Dig !!!